miércoles, 13 de abril de 2016

Petizos

Mitos sobre la gente de baja estatura

Las personas de estatura normal o superior al promedio pudieran sentirse inclinadas a dar por hecho, lo que expresaba esa tonta canción del compositor y arreglista estadounidense Randy Newman, ‘Short People’.
Como alguien que nunca rompió la marca de los 4’-9", puedo asegurar que la mayoría de las suposiciones sobre la gente de corta estatura son meramente eso, suposiciones.
A continuación algunos hechos.
• Los niños que naturalmente son de menor estatura no son menos competentes o inteligentes socialmente que los niños de mayor estatura.
• La corta estatura no fue obstáculo para personas como Yuri Gagarin, quien con su 5’-0" de altura fue el primer hombre en el espacio; el actor Danny DeVito o el cantante ‘pop’ Prince, ambos de 5’-1"; el ex secretario del trabajo Robert Reich, con apenas 4’-8"; o George Stephanopoulos, corresponsal de televisión y anfitrión de un programa, con apenas poco más de 4’-9".
• La gente bajita puede dirigir países (aunque no necesariamente bien): Napoleón, César, Hitler, Mussolini, Stalin, Franco.
• La baja estatura no es impedimento para el éxito financiero: Ross Perot y Michael Bloomberg.
• Incluso el baloncesto profesional está al alcance: Spud Webb, con 5’-5", y Muggs y Bogues, con apenas 5’-2".
Estos ejemplos pueden hallarse en un nuevo y encantador libro con carácter informativo, "Short: Walking Tall When You’re Not Tall at All" ("Caminando con estatura cuando no eres alto para nada"), de la editorial Roaring Brook Press, escrito especialmente para adolescentes (y yo esperaría que sus padres también lo lean) por un colega del New York Times, John Schwartz, quien está en las alturas con su estatura de 5’-2".
Schwartz es un hombre gracioso y talentoso, altamente exitoso en su carera y su vida, casado con su novia de la universidad, padre de tres hijos. Si bien se muestra honesto con respecto a los ocasionales desafíos que enfrentó cuando crecía en el "alto" estado de Texas, su libro también es alentador, presentando hechos bien investigados y experiencias de vida que contrarrestan mitos e información engañosa asociada con tener baja estatura, particularmente entre niños y hombres.
• Cuando era niña, no encaré los mismos insultos que a menudo eran dirigidos a niños bajitos por parte de los más altos e inseguros. Más bien, me clasificaron como "peque". Ya adulta, como jugaba tenis duro y rápido con hombres, me apodaron Chiquita Poderosa.
• En la escuela primaria, me sentaba hasta delante en la clase y era la primera de la fila. La cercanía con el profesor terminó siendo de gran provecho para mi educación académica. En grandes grupos, podía abrirme paso colándome hasta el frente del grupo. O podía ocultarme con facilidad entre la muchedumbre, si deseaba oír pero no ser vista.
• Cuando era estudiante y después como profesional que deseaba ser notada, sabía que tenía que ser asertiva, lo cual reforzó mi personalidad y afinó mi agudeza mental. Y si bien eso irritaba a mis altos amigos, todos mis novios formales y el hombre con quien casé fueron al menos 30 centímetros más altos que yo.
• Cuando viajo en avión, me puedo sentar cómodamente en clase turista y ahorrar mi dinero y mis millas para aventuras con una mayor recompensa. Siempre hay un alma amable que coloca mi maleta de mano en el compartimento superior.
• Reconozco que existen desventajas, como sentarse justo detrás de una persona alta en algún evento o acto. Así que en el teatro y salas de concierto, opto por asientos en el palco más bajo, más bien hacia uno de los extremos, o solicito un aumento para el asiento.
• En salas de cine, he llegado a cambiarme de asiento más de una vez o me he sentado sobre mi abrigo, aunque algunos consideradas personas de más de 5’-9" me ofrecen quitarse si obstruyen mi vista.
• Cuando hablo con gente realmente alta en una reunión, les pido sentarse para que así no tenga que torcer mi cuello y ellos no tengan que inclinarse para que los oiga.
• El mostrador de mi cocina fue construido más bajo de lo acostumbrado para facilitar la preparación de alimentos, y mantengo al alcance de mi mano artículos empleados con frecuencia. Los banquitos y "alcanzadores" a lo largo de la casa se emplean para los anaqueles más altos.
• Cuando doy conferencias, solicito un pequeño podio o una base detrás de uno alto. He dado discursos parada en cartones de leche, bloques usados en aulas y banquillos de bar en ceremonias por el mitzvah.
En resumen
La idea en el sentido que "los niños bajitos tienen problemas sociales", en las palabras de Schwartz, es un mito mayormente, acogido en buena medida por fabricantes de la hormona del crecimiento humano.
En un resumen de su investigación, Schwartz escribe: "La estatura no incidió sobre el número de amigos que los niños tuvieron, o sobre la estatura de dichos amigos".
Y agrega; "No tuvo nada que ver con el grado de aceptación que otros estudiantes tenían entre otras personas, lo que otros pensaran de ellos, o siquiera de su propia percepción de su reputación dentro de la escuela".
Fuente: http://www.elnuevodia.com/mitossobrelagentedebajaestatura-708530.html

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